RAZONES PARA NO “TEMER” A LA NATACIÓN
RAZONES PARA NO “TEMER” A LA NATACIÓN
HOLA A TODOS SOCIOS Y AMIGOS DE TRILIKE!!
El otro día hablando con nuestro preparador José Luis Campaña, le dije que me gustaría transmitir algunas impresiones para los que se inician en la natación, y me animó a colgarlas en la Web.
A menudo los que se inician en natación o en triatlón tienen cierto recelo a la piscina o aguas abiertas. Muchos de los que comienzan en el triatlón vienen del mundo de la bicicleta o de la carrera a pie y sienten que la natación es un muro del que tienen que partir de cero. Pues bien ahí van unas razones para no temer a la natación:
ES LA PRIMERA: La natación es la primera prueba del triatlón, si hemos llegado en buena forma nuestros músculos están intactos y nuestras reservas de energía llenas, eso unido a que es la prueba menos traumática para nuestras articulaciones hace que sea la menos dura con relación a los otros dos segmentos.
ES LA QUE MÁS SE PUEDE DOMINAR: Todos sabemos que la técnica en un deporte es importante. Pues bien en natación no es importante, es fundamental.
Hay entrenadores que mantienen que la técnica en natación llega a constituir el 70% del rendimiento total de la actividad. Yo he tenido ocasión de ver y de sufrir en mis carnes la realidad de esta afirmación: he visto a nadadores de menos forma muscular, e incluso con “tripita cervecera” superar en el agua a deportistas que en el gimnasio, la bici o la carrera a pie eran muy superiores. Yo mismo después de muchas series y pesas veía como mientras daba brazadas como loco me adelantaban sin apenas esfuerzo, como si se desplazasen a cámara lenta ¿por qué? Porque tenían una técnica impecable, y se deslizaban por el agua con mucho menos esfuerzo. Cuando llegaba a la meta estaban ya allí tan tranquilos y yo “hecho polvo”. Por supuesto que la fuerza física es importante, pero si miráis vídeos de deportistas de élite como el triatleta Gómez Noya o nadadores como Phelps o Popov veréis que además de su condición y forma física hay algo fundamental: su técnica es absolutamente brillante.
La buena noticia es que cualquiera de vosotros podéis conseguir alcanzar un buen nivel de técnica con el aprendizaje y los ejercicios adecuados y llegará un momento que lo haréis sin darse cuenta. Es como conducir. Cuando aprendemos a conducir pensamos en cada cosa: la palanca de cambios, el embrague... sin embargo cuando ya llevamos tiempo conduciendo todo esto lo hacemos de una manera instintiva, sin pensar ¿por qué? Porque tras el aprendizaje lo recibido ha pasado a la parte innata de nuestro cerebro. Con la técnica de natación ocurre lo mismo, una vez se aprende llega un momento en que nadamos mejor sin pensar expresamente en ello. Pensar que la natación técnica no es algo que se aprenda sólo. Un niño aprende a andar y luego a correr sin que nadie le enseñe, pero la natación en cualquiera de sus estilos no es innato a la condición humana, supone el aprendizaje para deslizarse en un medio ajeno al nuestro y con una densidad mil veces superior al aire: el agua.
ES LA PRUEBA MENOS DURA, además de ser la menos traumática de las tres actividades del triatlón, de facto es la menos dura de las tres pruebas y os explico por qué:
Si ponemos como ejemplo la prueba de distancia ironman sabemos que esta tiene casi 4 km (3800m) de natación, 180 km de bicicleta y los 42 km y pico de carrera, un maratón.
Una sesión de 180 km de bicicleta es muy dura: a nivel popular hay que ser un ciclista muy aventajado para hacer esta distancia (seguro que entre vosotros los hay o los habrá, apuesto por ello), y en una semana de entreno no se meten muchas sesiones de este tipo.El maratón sucede lo mismo. Normalmente en el entrenamiento de maratón no se cubre esta distancia sino que se hacen sesiones de dos horas y media como mucho y no se sobrepasan los 30 km. Hay incluso expertos que no recomiendan hacer más de dos horas, así por ejemplo recuerdo que el entrenador Sánchez Galán en la revista Corricolari defendía no superar los 90 minutos de carrera o los 20 km y sus planes de entrenamiento no superaban estos parámetros (claro que los que eran capaz de hacer lo que te decía en esa distancia o en ese tiempo estaban “sobrados” para hacer un maratón).
Pues bien 4 km de natación está chupado y os explico por qué: hay una regla que dice que nadar 1 km equivale a correr aproximadamente 4 km. Por supuesto que esto no es una regla fija, pues depende de los cronos que cada deportista tenga en el km de natación y en el km de carrera, pero nos puede servir de referencia. Si aplicamos el máximo coeficiente nadar 4 km equivale a correr aproximadamente 15 km a pie y esa distancia para muchos de vosotros es normal en un entrenamiento habitual (bueno al Carvajal no le sirve ni para calentar je, je).
Para que la prueba de natación en un iroman fuese tan dura como sus correlativos, de bicicleta o carrera tendría que nadarse 12 km aproximadamente.
A modo de epílogo os animo a que tengáis en cuenta lo expuesto, yo personalmente viendo que hay verdaderos crak entre vosotros de bici y carrera estoy seguro de que cuando adaptéis vuestras condiciones al agua no habrá quien os pare. ¡ANIMO Y A ENTRENAR!
Por Jose Ruíz
